En los últimos días se está hablando mucho sobre si las estrellas de los equipos de la NBA deberían no jugar ciertos partidos para descansar debido a la carga de partidos a los que les someten durante la temporada regular.
Este debate estaba presente en la temporada 2012-13, cuando Popovich hizo descansar a Duncan, Parker y Ginobili contra los Heat en Miami. La NBA contraatacó y multó a la franquicia de San Antonio con $250.000. Los 82 partidos de la liga regular son excesivos, mas si cabe si analizamos los viajes, el escaso descanso entre partidos, y la alta competitivad que es inherente a la NBA. Sin embargo, permitiendo que los jugadores descansen quienes realmente se ven afectados son, primero la propia NBA cuyo producto decrete en calidad a gusto de los jugadores y segundo, los aficionados que son los que llenan los arenas, compran el merchandising, contratan los canales de televisión y adquieren los productos de que promocionan las estrellas de su equipo.
Seamos sinceros, un aficionado de los Kings, cuando compra su abona cuenta con ver a su equipo y a las estrellas del equipo rival. Si los Cavs llegan sin LeBron y los Warriors sin Curry, el precio de la entrada debería ser inferior a lo que pagaría con ambos jugadores sobre la pista - en sus respectivos partidos.
La verdad sea dicha, los jugadores pueden dosificar esfuerzos, limitando su tiempo en la pista durante la temporada. Si tu equipo va ganando de 20 puntos a falta de un cuarto, descansa y no quieras estar en la pista para maquillar tus estadísticas. Para ver esta circunstancia podemos echar la vista atrás a la última etapa de Michael Jordan en los Bulls, cuando limitaba dramáticamente su tiempo en cancha y eso no era óbice para que firmase unas estadísticas simplemente espectaculares. La cuestión no es la cantidad de minutos que juegues sino la intensidad que impongas.
Para mi, los jugadores no deben descansar. Son atletas de super elite, con masajistas, expertos en nutrición deportiva, fisios, médicos, etc. que velan por su bienestar las 24 horas del día. Además, vuelan en aviones privados con 72 asientos de primera clase, se hospedan en hoteles de lujo. Obviamente, todas estas comodidades no están exentas de complicaciones y está claro que estar fuera de casa afecta a tu estado de ánimo y a tu salud, pero no debe ser la excusa del descanso.
La NBA podia optar por alargar la duración de la liga regular 2 semanas haciendo que las semanas no estuviesen tan cargadas de partidos, o los jugadores estrellas podían dejar de quejarse y jugar todos los partidos, curiosamente los jugadores de otros equipos no se quejan ni descansan como tampoco lo hacia Magic, ni Kobe, ni Jordan, ni Bird, solo lo hacen las nuevas estrellas.
Si queremos que la NBA no sufra un deterioro de imagen, tanto jugadores como patronal deben dirimir que calendario es mejor y multar las ausencias no justificadas, sean quienes sean. El baloncesto es más grande que cualquiera de estas estrellitas de papel.
Este debate estaba presente en la temporada 2012-13, cuando Popovich hizo descansar a Duncan, Parker y Ginobili contra los Heat en Miami. La NBA contraatacó y multó a la franquicia de San Antonio con $250.000. Los 82 partidos de la liga regular son excesivos, mas si cabe si analizamos los viajes, el escaso descanso entre partidos, y la alta competitivad que es inherente a la NBA. Sin embargo, permitiendo que los jugadores descansen quienes realmente se ven afectados son, primero la propia NBA cuyo producto decrete en calidad a gusto de los jugadores y segundo, los aficionados que son los que llenan los arenas, compran el merchandising, contratan los canales de televisión y adquieren los productos de que promocionan las estrellas de su equipo.
Seamos sinceros, un aficionado de los Kings, cuando compra su abona cuenta con ver a su equipo y a las estrellas del equipo rival. Si los Cavs llegan sin LeBron y los Warriors sin Curry, el precio de la entrada debería ser inferior a lo que pagaría con ambos jugadores sobre la pista - en sus respectivos partidos.
La verdad sea dicha, los jugadores pueden dosificar esfuerzos, limitando su tiempo en la pista durante la temporada. Si tu equipo va ganando de 20 puntos a falta de un cuarto, descansa y no quieras estar en la pista para maquillar tus estadísticas. Para ver esta circunstancia podemos echar la vista atrás a la última etapa de Michael Jordan en los Bulls, cuando limitaba dramáticamente su tiempo en cancha y eso no era óbice para que firmase unas estadísticas simplemente espectaculares. La cuestión no es la cantidad de minutos que juegues sino la intensidad que impongas.
Para mi, los jugadores no deben descansar. Son atletas de super elite, con masajistas, expertos en nutrición deportiva, fisios, médicos, etc. que velan por su bienestar las 24 horas del día. Además, vuelan en aviones privados con 72 asientos de primera clase, se hospedan en hoteles de lujo. Obviamente, todas estas comodidades no están exentas de complicaciones y está claro que estar fuera de casa afecta a tu estado de ánimo y a tu salud, pero no debe ser la excusa del descanso.
La NBA podia optar por alargar la duración de la liga regular 2 semanas haciendo que las semanas no estuviesen tan cargadas de partidos, o los jugadores estrellas podían dejar de quejarse y jugar todos los partidos, curiosamente los jugadores de otros equipos no se quejan ni descansan como tampoco lo hacia Magic, ni Kobe, ni Jordan, ni Bird, solo lo hacen las nuevas estrellas.
Si queremos que la NBA no sufra un deterioro de imagen, tanto jugadores como patronal deben dirimir que calendario es mejor y multar las ausencias no justificadas, sean quienes sean. El baloncesto es más grande que cualquiera de estas estrellitas de papel.
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