Hay pocos jugadores, nacionales o extranjeros, que han tenido el impacto de Luis Scola en la ACB. Desde su llegada al Baskonia con apenas 18 años, su cesión durante dos temporadas en Gijón, convirtiéndose en el extranjero más joven en la historia de la ACB (hasta aquel momento). Con apenas 19 años se le notaba una calidad excelsa y su regreso a Vitoria lo encumbró definitivamente. Luis Scola guío, capitaneó a un Baskonia lleno de estrellas (Oberto, Nocioni, Calderon, Prigioni, Macijauskas, Tomasevic...) ganando todos los títulos menos la ansiada Euroliga. Eso sí, ese Baskonia se clasificó para cuatro Final Four consecutivas y una final.
Desde el comienzo de su andadura americana, en Houston, Luis Scola demostró su calidad con una rápida adaptación al juego NBA, sus números desde su año rookie fueron notables y en Houston aun recuerdan su garra y prestaciones en la pista. El negocio NBA le llevó a Phoenix, Toronto y Brooklyn.
Su paso a la NBA era de esperar y, el propio Luis jamás lo ocultó, nunca se escondió, siempre dijo "mi sueño es jugar con los mayores, en la NBA". Su salto se produjo en plena maduración como jugador, el mejor en su posición en Europa, nadie lo podía discutir, líder de un equipo campeón y miembro destacado de la generación de oro argentina, a la sazón, campeona olímpica.
Luifa está dando sus últimos retazos de calidad en la NBA, en un equipo que no cuenta con él de cara al futuro ni presente. En este momento existe una diatriba muy importante, regresar a una liga competitiva llena de talento y donde dejó noches de gloria o dejarse embaucar por el dinero chino. Desde luego, desde mi punto de vista no le juzgaría si eligiese cualquiera de las dos, cada uno debe ser honesto consigo mismo y velar por sus intereses personales o familiares.
El problema de regresar a la ACB y al Baskonia, el propio Scola ha manifestado en numerosas ocasiones que de regresar al Viejo Continente solo jugaría en el equipo gasteiztarra, es el nivel de exigencia del propio equipo. Regresar al Baskonia, es bajar de nivel en relación a la NBA, pero a su vez, el ritmo de partidos es similar (tres la semana). La ACB aglutina mucha calidad, equipos como Real Madrid, Barcelona Lassa, Valencia Basket, Unicaja, los dos equipos canarios y el propio Baskonia son equipos de primer nivel europeo y atesoran jugadores que, por calidad, perfectamente pudieran jugar en la NBA. Todos los aficionados recuerdan a ese Luis Scola dominador, perseverante, intenso y anotador. Su imagen es esa, se fue como un grande. El sabe que no puede volver a arrastrase por ser quien es. Tiene un nombre y una trayectoria.
La opción china es a la vez atractiva, cambio de vida completamente en un país y cultura totalmente nuevo, muy buen salario y poca exigencia en una liga donde Marbury sigue jugando a los 40 y Fredette anota 73 puntos en un partido.
¿Cuál será su decisión? Eso solo Luis lo sabe, pero si yo estuviese en sus zapatos no tomaría la decisión pensando en la cartera sino analizando donde sería más feliz y qué reto me conviene más en ese momento de mi carrera. Si la balanza se cierne sobre la emotividad y los recuerdos de un pasado lustroso elegiría regresar al Baskonia, los aficionados no le van a exigir ser el que fue, solo sueñan con volver a ver a su capitán. Si, en cambio, la balanza se tuerce hacia la aventura, la liga china te ofrece una oportunidad única de disfrutar de una cultura y país espectaculares.
Sea el destino que sea, para todos nosotros como aficionados al baloncesto, siempre nos quedarán en las retinas sus exhibiciones con el Baskonia, Argentina y en la NBA - especialmente en su paso por Houston.
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